Arte digital por Benedict Campbell
No es la primera vez que decido desprenderme de un mal hábito, no, de hecho si hago un recuento de los que me he desprendido este año, sé que ustedes estarán tan orgullosos de mi como yo lo estoy, y ya que ustedes lo mencionaron, porque fueron ustedes quienes lo mencionaron, hágamoslo y déjenme contarles de lo que me he desprendido este año.
Este año dejé de fumar y reduje en un 99% el consumo de café, y es verdad no fue fácil, no hay luchas más duras que las que libramos contra nosotros mismos, pero en estos dos casos salí airosa, y aunque hoy en día aún me den ganas de fumar, cada día que pasa es mucho más sencillo lidiar con ello.
Pero el hábito con el que emprendí mi lucha hoy, no es uno que se pueda ver u oler o palpar, sólo yo sé que lo tengo, y su intangibilidad lo hace más difícil de vencer, hoy me di cuenta del enorme parecido que tienen los malos hábitos con las relaciones enfermizas, lo vi acercarse, ganar terreno, me sorprendí recayendo, me molesté conmigo misma por olvidar la fuerza de voluntad, me sentí culpable y volví a rechazarlo para iniciar la lucha desde cero.
Sé que no va a ser fácil, nadie dijo que lo sería, así que sólo me queda pedirles: deséenme suerte.
