«Pero permíteme que haga una digresión aquí para cantar las alabanzas de los #Raros, los diferentes, los monstruos. Que suele ser la gente que más me interesa. Por añadidura, con el tiempo he descubierto que la normalidad no existe; que no viene de la palabra normal, como sinónimo de lo más común, lo más abundante, lo más habitual, sino de norma, de regulación y de mandato. La normalidad es un marco convencional que homogeneiza a los humanos, como ovejas encerradas en un aprisco; pero, si miras desde lo suficientemente cerca, todos somos distintos. ¿Quién no se ha sentido monstruo alguna vez?».
De La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero.