Uno de los géneros que siempre me ha atraído es la novela histórica, soy de las que piensan que cuando lees un libro no tienes nada que perder y tienes mucho para ganar, esto es algo que se convierte prácticamente en un hecho cuando lo que lees es una novela histórica, porque independientemente de si te guste o no, si lees una novela histórica indefectiblemente ganarás conocimiento.
Acabo de terminar la maravillosa novela histórica de Luisa María Celis, que nos transporta a la época en la que los primeros colonos fundaban ciudades en la recién descubierta Venezuela. Para mi fue un enorme placer reencontrarme de una manera distinta, me atrevería a decir que casi poética, con la historia de Venezuela, siempre se nos ha enseñado historia, claro que sí, pero de una manera mecánica y distante y si bien la novela de Luisa María no pretende ser un libro de historia, nos acerca a ella de una manera, en mi opinión, muy atractiva.
Debo confesar que nunca había imaginado al cacique Guaicaipuro de la forma en la que la autora me estimuló a hacerlo, creo que Misionero de Nuevo Mundo (que para mi agradable sorpresa, es el primer libro de una naciente trilogía) es una lectura «sabrosa» y enriquecedora, tanto como una arepa.