Confiésenlo, se sienten atraidos por el título de la segunda novela de Jeffrey Eugenides, y les adelanto que no tiene nada que ver con el condado inglés. Aquí Eugenides nos cuenta la historia de un hermafrodita de raíces griega, Calíope Stephanides al nacer es reconocida como niña y criada como tal, y desde que comienza a tener noción de sí Calíope sabe que ella es distinta, al llegar a la adolescencia todo da un giro brusco, ya que la dulce Callie comienza a mostrar rasgos predominantemente masculinos.
Es una historia muy interesante, no lo negaré, pero considero que está dividida en dos, una parte excelente y otra parte, digamos, no tan buena, a mi la historia me mantuvo enganchada hasta un punto cercano al final, en el cual la historia me comenzó a parecer inverosímil, sosa y hasta aburrida. Al comenzar esta parte sentí que el buen Jeffrey estaba harto de escribir, pero debía terminar a como diera lugar, no sé, quizás alguien le estaba respirando en la nuca para que la culminara.
En general yo le daría un cinco en la escala del uno al diez, justo la mitad, justo por haberme dividido en dos el interés y la historia en dos partes tan dispares.